La Perfecta Historia de Amor
Desde que recuerdo, siempre amé las películas románticas, y su idea del amor. Y si bien la fórmula es siempre la misma (La vida venia sucediendo "corrientemente" hasta que un día El y Ella se conocen, y una hora y media de desventuras mas tarde finalmente ambos terminan por descubrir -alguno de ellos antes que el otro- y animarse a confesar que se aman locamente, se besan y "The End", viven felices, comiendo perdices) la forma de expresarla varia en cada ejemplo (Mientras dormías, Sleepless In Seattle, 3 to Tango, When Harry Met Sally, Down With Love) y yo no puedo evitar las ganas de verlas, y la sonrisa romanticona tonta que dejan en mi cara.
Y el asunto es que estaba viendo una de las tantas películas re cualquiera de ese género, y de repente un tipito totalmente irrelevante a la trama dice algo así como "la mujer de tu corazón no tiene porque ser la mujer de tus sueños". Y si bien la frase tenía que ver con la estructura de siempre, me hizo pensar en algo totalmente distinto. Que justamente no es la parte que vemos frente al televisor o la pantalla de cine lo que cuenta para hacer una gran historia de amor, para definir quien es "la persona en nuestro corazón". Es lo que pasa después de ese beso que tanto esperamos, el esfuerzo, compromiso y las ganas que se requieren día a día para el "felices para siempre". Es como decidamos cada momento manejar ese descubrir que nos amamos locamente, y como decidamos cuidarlo, hacerlo crecer.
Será por eso que mi ideal del amor, halla visto todas las películas que ví, siempre resulta ser la imagen de mis abuelos despues de la cena, uno lavando los platos y el otro secándolos. Que ninguna película le llega a los talones al final del día a esa imagen, por la intimidad encerrada en ese gesto cotideano...
Y sí, no es un gran hallazgo el que hice, pero me dí cuenta que al final, el crédito debería llevarselo "Dharma And Greg"...