Here in my mind...

You know you might find something that you, you thought you once knew... I'm free to be Whatever I choose

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Nombre: Is
Ubicación: Argentina

Si el mar fuera una enorme naranjada yo probaría media cucharada, pero como es de avena lo dejo allí en la arena, porque la sopa no me gusta nada. [M.E.Walsh]

viernes, 5 de febrero de 2010

Al este y al Oeste

Noviembre es el mes más lindo del año en Buenos Aires. En noviembre, además de un calorcito riquísimo, florecen Jacaradaes por tooodos lados, y si uno mira para afuera en el colectivo suficiente rato, seguro seguro ve alguno. Yo no puedo evitar sacarle fotos con el celular como una zonza tooodo el tiempo.
Cuando llueve, la cuadra de casa (bue, no mi depto sino la de mi flia, no se como llamarla) en la que hay un montón de esos árboles se cubre enteramente de violeta, tanto en el suelo como en el cielo, y es caminar sobre una alfombra de florcitas preciosas... No poder volver de noche de una salida, con olorcito a noche y a lluvia, y caminar sobre esa violetitud fue lo que me dio mucha lástima de mudarme justo en noviembre...

Cuando veo las calles cubiertas de violesta, una sonrisa enoooorme surge en mi cara, y recuerdo que la vida está llena de momentos simples pero hermosos, y que vale la pena vivirla con los ojos bien abiertos, con los sentidos bien alertas, para sentirla pasar. Hay muchas otras cosas que me me llenan el pecho de alegria ante tanta belleza, de repente contemplar a Sofi cuando nadie la ve ser ella, y ver como crece, una demostracion simple y linda de matemática, un beso en un momento distraido... Pero los jacarandas en noviembre, también.

Pero además, quería contar una anécdota. La del primer jacaranda que recuerdo. Tenia cuanto? 9 años recien cumplidos, seguramente. Era el día de mi primera confesión, en noviembre. Allá en San Nicolás (bue, y luego acá también) mi mamá nos llebaba a todos lados, asi que lo más lejos que había ido caminando era cuadra y media de mi casa. Ese día, como siempre, me llevo a la parroquia, pero como había demasiados nenes me dejo y me dijo que volviera caminando! Si eran como 5 cuadras nomás... Y me quede ahi, muerta de nervios, esperando mi turno. Me acuerdo la caminata cuando estaba por entrar a la salita donde estaba el Sacerdote, muerta de miedo. Y me acuerdo salir tranquila, sin todos esos nervios en el pecho que sentía antes, pero sin la emoción, la alegría que me había descripto mi mamá. Porque no me sentía tan livianita como ella me había dicho? Y me fui caminando despacito, y se me ocurrio en lugar de rodearla cruzar por el medio de la plaza que ocupaba toooda la manzana de enfrente de la Parroquia. Y caminando, caminando, en la mitad de la plaza me encontré con un jacaranda enooooorme, todo florecido. Y todo el suelo abajo del jacaranda, completamente violeta. Y me quede ahí un ratito, no pudiendo creer toda esa belleza. Y fue la primera vez que recuerdo haber sentido con mucha mucha fuerza que Dios estaba ahí, acompañándome. Desde ese día, en esos momentos que describía antes que me emocionan, de belleza abrumadora, es cuando estoy segura de que Dios está, y ese fue el primero que recuerdo. Antes de ese día, no lograba entender que significaba "contemplar".

Nada, todo esto empezó realmente en mi cabeza de manera medio truculenta. Me acordé que alguna vez les dije a mis hermanos que el día que no esté más, quiero que me cremen, y si se puede que tiren esas cenizas abajo de ese árbol, justo ese. Y si no se puede, de cualquier otro jacaranda lindo. Porque la parte importante es como vivimos antes de ser cenizas, y aunque muchas veces vivir sea difícil, y duela, y confunda, los jacarandas siempre me recuerdan también que lindo que puede ser.